Someterse a un blanqueamiento interno no anula la posibilidad de poder realizarse uno externo. Al revés.
Hay muchos pacientes que buscan aclarar el tono de su sonrisa al completo. Es importante tener en cuenta que, primero deberán realizarse el blanqueamiento interno, recuperar el tono de su diente endodonciado o dañado y, después, aplicarse el blanqueamiento externo.
De esta forma, primero se acaba con el oscurecimiento de la pieza, igualando su tono al del resto de los dientes y, a continuación, se aclara el tono de las piezas en conjunto.
Así se consigue una sonrisa brillante, con el tono deseado y con un aspecto totalmente natural.